La ermita mozárabe de San Baudelio de Berlanga se encuentra cerca de la aldea de Casillas de Berlanga, Soria. Es un monumento de gran interés tanto por su arquitectura como por sus pinturas románicas, de una singularidad excepcional.
Casi un milenio después de su construcción y pese a que parte de sus interesantísimas pinturas murales fueron vendidas a un marchante en 1922, y arrancadas de los muros tres años después, se la sigue conociendo hoy día como la «Capilla Sixtina del arte mozárabe». Como en el caso de tantas obras de arte trasladadas a museos y colecciones particulares fuera de su país o región de origen, la legalidad de la venta y posterior arrancamiento de las pinturas de su lugar de origen fueron objeto de controversia y consideradas un expolio desde el momento en que se conoció que la venta había tenido lugar, hasta que el Tribunal Supremo sentenció en el sentido de la legalidad de la misma en 1925 permitiendo su salida del territorio español. Las pinturas murales retiradas se conservan actualmente en diversos museos estadounidenses, y en el madrileño de El Prado.
La ermita está ubicada en Casillas de Berlanga (actualmente pedanía adscrita al Ayuntamiento de Caltojar), en el suroeste de la provincia de Soria, dentro de la comarca denominada Tierra de Berlanga. Se llega por la SO-152. Entre Casillas de Berlanga y Caltojar hay un desvío señalizado a la derecha por el que a menos de 1 km se encuentra la ermita.
La ermita fue construida a finales del siglo XI por artesanos, posiblemente mozárabes. El arabismo es evidente en la linterna y en la tribuna. Su situación en la tierra de nadie fronteriza entre cristianos y musulmanes puede justificar la mezcla de influencias. Las pinturas del interior, seguramente del siglo XII, tienen aún más difícil clasificación.
En el exterior del ábside se encuentra una necrópolis rupestre con más de una veintena de tumbas antropomorfas toscamente talladas. Están orientadas de este a oeste y estuvieron cubiertas por lajas. Su excavación inicial puede datarse alrededor del siglo X, si bien pudieron ser utilizadas sucesivamente, posiblemente hasta el siglo XVI.
La visita es muy recomendable, siendo asistida por personal cualificado que, además de ocuparse de la vigilancia del monumento, puede facilitar interesantes explicaciones y documentación.
Distancia: 10 Km